"Ninguna fuerza doma, ningún tiempo consume, ningún mérito iguala, el nombre de la libertad."

lunes, 5 de diciembre de 2011

Detalles

El subtítulo de este blog menciona la palabra "experiencias" y no en vano. En estos meses, si bien no he contado todas las anécdotas e historietas que suelen contarse en este tipo de blogs, sí me he cuidado de transmitiros qué se siente, qué aporta esta ciudad. Artículos como La Lluvia en Florencia o Una Vuelta en Bici por Florencia pretenden justamente eso.

Por ello, os dejo un breve vídeo que muestra detalles, fugaces flashes de esta ciudad, que a menudo sólo se reconocen si has estado situado en el mismo sitio que la cámara que graba. Esas pequeñas situaciones que muestra son el día a día en Firenze. Detalles que, uno a uno y en continuo ir y venir, construyen este lugar.

Y os digo una cosa: me siento muy especial al poder deciros que tengo la suerte de reconocer todos los sitios que muestra el vídeo... y haber vivido la mayoría.

Que lo disfrutéis.

Sunset in Florence from Gunther Machu on Vimeo.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Hipertextualizando: Feliz Año Etíope

Llevaba tiempo queriendo relatar aquí algo que nos ocurrió a los pocos días de llegar a Florencia. Éramos jóvenes, inexpertos, no hablábamos ni papa de italiano y todavía se podía ir en camiseta por la calle de noche sin perder la dignidad. Una noche de la que aún guardo gratos recuerdos ya que fue el pistoletazo de salida a toda una serie de acontecimientos surrealistas que nos han ocurrido en Firenze.

Fue la noche... en la que celebramos el Año Nuevo Etíope.



Como he dicho al principio, llevaba tiempo queriendo relatar la experiencia. Pero he pensado que es un tema ya manido por otros #colegasmus y que, por tanto, dejaré que accedáis a otros puntos de vista.

Ésto es un experimento. Os voy a dejar dos enlaces a dos blogs de dos colegas Erasmus que, a la sazón son de Sevilla y, a la sazón (II) viven juntos, para ver si al leer la misma historia desde dos enfoques diferentes os enteráis un poco de qué va el tema. Además del enfoque, notaréis la diferencia de estilo, entre el esperpéntico y rococó lenguaje de Luis y el existencialismo dramático de María.

Lo dicho: os enlazo a aquélla maravillosa noche de Fin de Año. Pero no por nuestro calendario, sino por el Etíope.

-Fin de Año Etíope Contado por Luis "Lobo" Rodríguez
-Fin de Año Etíope Contado por María "Destroyer" Gómez

Anochecer en Florencia

Un vídeo para poner a pantalla completa, dejar lo que estáis haciendo y disfrutar de la banda sonora. Pasead la vista por la pantalla: veréis turistas en el mirador de Piazzale Michelangelo a la derecha, con los Uffizzi y Santa Croce detrás. Paladead la preciosa vista del Duomo con las montañas detrás.

Ved como anochece en mi ciudad.

Sí. Mi ciudad.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Atenzione, Allontanarsi Dalla Linea Gialla

A poco que visites un par de veces una estación de tren en Italia reconocerás la frase del título. Tras cada aviso por megafonía, te recuerdan que hay que "alejarse de la línea amarilla" para no caer a los andenes. Si te gusta viajar, oirás esa frase muuuuy a menudo.






Una de las cosas buenas quer tiene Italia para hacer la Erasmus es la facilidad para viajar -además de un montón de sitios por visitar. Como España, Italia posee una envidiable red de trenes que vertebran prácticamente todo el territorio. Ello, unido a cantidad de aeropuertos con aerolíneas low cost, facilita ese sueño que muchos tenemos de "ver mundo".

Dejando los vuelos para otro dia, por Italia se viaja en Tren. La red, servicios y el personal de Trenitalia son más que satisfactorios. Vayamos por partes:

Lo primero que hay que saber es utilizar la web www.trenitalia.it. Allí puedes encontrar información, teléfonos de contacto y ofertas (aparecen bastante a menudo, como los "Sábados Italianos", con los que puedes tener 2x1 en billetes inter-regionales ida y vuelta los sábados).

Pero lo más importante es la ventanita de búsqueda. Selecciona "andata" (ida) o "andata/ritorno" y a partir de ahí debes saber:

-Que los precios de los billetes varían, por lo que no puedes cogerlos con bastante antelación.
-A un mismo sitio puedes ir más barato si vas en los trenes más lentos (normalmente los Regionales) en lugar de los rápidos (FrecciaRossa, FrecciArgento...).
-Lo mismo ocurre, entre los mismos trenes, en los trayectos que tarden más: son más baratos los que paran en los pueblos, ya que el viaje dura más.
-También varían los precios según las horas que se cojan, como en España. Un tren que salga a las 6 de la mañana suele ser más barato, por ejemplo.

Siguiendo estas directrices, se puede viajar por Italia bastante barato. Aunque claro, cuanto más barato, más tardarás en llegar a tu destino. Por ejemplo, para ir desde Florencia hasta Génova puedes ahorrarte hasta el 50%. Con un tren normal puedes pagar hasta 30€ y con el lento 15€ (aunque el de 15€ tarda cinco horas...).

Una vez visto el tren que conviene, se puede comprar por internet o en la estación. Santa Maria Novella es la estación central de Florencia y además es la que está más cerca del centro histórico. Allí puedes sacarlo en ventanilla -lo cual no recomiendo a menos que haya que cambiar billete o algo así, ya que siempre hay colas... y yo odio las colas- en Atención al Cliente -donde puedes preguntar por la mejor opción para llegar a tu destino sin que tengas que buscar tú por internet- y en las máquinas.

Las máquinas Biglietto Veloce de Trenitalia son un gran invento. En serio. Hechas para que incluso los inútiles las entiendan (¿entendamos?). Con opciones en muchos idiomas, es tan fácil como marcar tu destino y escoger tu tren en un menú similar a la web de la que hablamos antes. Se puede pagar en monedas, tarjeta o incluso imprimir el billete que compraste por internet. Una vez hecho todo, te dará tu billete y a correr.


Perfecto, ya tenemos el billete. Tutto a posto? ¡No! Aun queda algo que solo he visto en Italia: hay que timbrar.

En efecto, aunque escojas un tren en concreto a una hora concreta y a una tarifa determinada, ese billete puede valer para otros trenes. En Italia entienden que si pierdes el tren o cambias de planes no deberías perder el dinero. Por ello, cuando compras tu billete te vienen unas fechas durante las cuales es válido. (Si, por ejemplo, pagas un regional Firenze-Bologna por 10€ para el día 10 de noviembre y no lo usas, puedes usarlo el 20 de noviembre en un tren idéntico.

Para que la gente no pague un billete y viaje cuarenta veces con él, hay que timbrar (o "tickar"). En unas máquinas amarillas que hay repartidas por la estación -de manera bastante aleatoria, por cierto- introduces tu billete y se imprimirá un código en él. Sólo así es válido para viajar.



Otra cosa a tener en cuenta es que las estaciones de Trenitalia no son necesariamente como las de Renfe. Por ejemplo, para bajar a los andenes en la estación de Santa Justa (Sevilla) debes enseñar tu billete. En Italia no, simplemente buscas tu vía ("binario") y te subes. Sí, puede sonar raro, pero así es también con los autobuses. Otro día hablaremos de ello. ¿Cómo entonces, saben si llevas billete? Pues porque pasa un revisor... o no.

-¿Cómo que "o no"? ¿Puede ser que en todo el trayecto no aparezca el revisor?
-Puede suceder, sobretodo en trayectos cortos. Ello hace que haya muchos que viajan de gorra simplemente teniendo suerte. Aunque claro, si te pillan sin billete es una multa curiosa. Del mismo modo, si llevas billete pero no lo has timbrado, multa. Eso sí -ahora que no nos oye nadie- si te haces el despistado y hablas español como un guiri que acaba de llegar sin idea de la vida puede ser que el revisor pase la mano. Saben que tienen un sistema raro de narices y que muchos turistas no lo saben.

Ya en el tren, conviene saber que hay zona de primera y segunda clase. La única diferencia es algo más de espacio entre asientos y un poco más de comodidad. De hecho, al comprar el billete fíjate bien, porque puede ser que pongan precio único para todo el tren y puedas ir en primera clase a precio de segunda. Del mismo modo, puede ser que se hayan vendido más billetes que asientos (por la lógica de "lo compras hoy y a lo mejor lo usas mañana") y si se llena lo mismo toca ir de pie. Por ello, quizás no es mala idea llegar con tiempo.

Eso es todo de momento, tampoco quiero aburrir. Yo he contado lo que se puede saber por experiencia propia. Si buscáis en internet hay mucha información más específica.

¡Saludos!


Más información:

-ConociendoItalia.com

-ViveToscana.Com

-"Allontanarsi dalla linea gialla", página de Facebook

lunes, 21 de noviembre de 2011

Equipaje de mano. Un mundo de posibilidades.

Siguiendo con el tema de los viajes, aquí os dejo un vídeo con consejos para llevar mucho equipaje sin tener que facturar. Iré añadiendo más, que los hay. Estás invitado a contribuir.

Saludos.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Viajar con Ryanair = Vivir al Límite (Actualizada)

Ryanair es, probablemente, una de las compañías aéreas low-cost más extendidas y útiles. El hecho de conectar ciudades distantes y disponer de puntos estratégicos para moverse por toda Europa y norte de África la hacen muy interesante para los que, como a mí, nos encanta viajar... pero no a cualquier precio (osea, pagando lo menos posible).

Sin embargo, el problema de las compañías de bajo coste es intentar compensar su bajo precio (lo que no dicen es que muchas, como la que ocupa este artículo, están subvencionadas)con precios y conductas abusivas.

Dej aquí un par de enlaces en los que describen algunas de estas dudosas actividades y su cobertura jurídica. Si, por ejemplo, os piden dinero por facturar, NO PAGUÉIS.

Saludos.

-Ryanair me estafa


-Si te cobran por las maletas, reclama: Es ilegal


EDIT:
El Confidencial ha publicado algo muy gordo: Ryanair incentiva que sus trabajadores rechacen las maletas arbitrariamente premiándoles con un 1.5€ por cada maleta bloqueada.
Podéis ver el artículo aquí.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Una vuelta en bici por Florencia

Hace un par de días estuve aprovechando que no hacía nada de frío -según los toscanos, eso significa que empezará a llover fuerte pronto- y estuve dando una vuelta en bici. Puede parecer que en una ciudad turística, llena de gente, de calles poco aptas para el tráfico ciclado, ello puede ser complicado, pero no es así. Acostumbrado a moverme en bicicleta por las estrechas calles de Sevilla, esquivando turistas y transehúntes, ésto está chupado.

La magia de Florencia es que prácticamente donde vayas vas a encontrar algún lugar especial. Ya sea un monumento histórico, una vista preciosa, un artista callejero... Y claro, si vas en bicicleta puedes visitar muchos más sitios en el mismo paseo que si fueras andando. Del mismo modo, buscar calles sin tráfico rodado o sin adoquines para transitar mejor es un buen ejercicio para encontrar rincones ocultos, por los que normalmente no pasarías.

En mi particular vuelta ciclista, salí de mi casa recién caída la noche (a las seis de la tarde, más o menos) en Via Ghibellina en dirección norte por Via dei Pepi, para torcer por Via Pietrapiana y Via dell'Oriuolo en dirección Via Martelli, perdiéndome por calles comerciales y pequeñas tiendas de paquistaníes. Bajé hasta el Duomo, que me encanta ver de noche y estuve pedaleando alrededor del Battisterio di San Giovani, pasando raudo entre turistas de todos los colores y los policías municipales que controlan esa zona.


A continuación dejé el Battisterio a mi izquierda y tomé la Via Roma, hecha radicalmente para que los turistas se dejen el dinero: pasé junto a tiendas que vendían helados, pizza al taglio (“al corte”), cannoli siciliani (un dulce siciliano, como rollitos de queso ricota), tiendas de ropa y souvenirs hasta llegar a Piazza della Repubblica, donde gira un tiovivo y tocaban música unos artistas callejeros.



Poco después, pasando junto a puestos y docenas de turistas hacinados, cogí una calle a la derecha -no sé cual- y llegué a una pequeña iglesia que me detuve a ver. Encontré tiendas muy curiosas y más baratas que las que hay en el recorrido turístico. Al final de la calle, me encontré la Iglesia de Santa Trinità. Estuve unos segundos contemplando su curiosa fachada y giré a la izquierda, para cruzar el Arno por el Ponte Sta. Trinità.




Este puente no es tan famoso como el Ponte Vecchio, pero tiene tres ventajas:

1)Hay mucha menos gente y hay un carril bici, lo cual me venía genial.
2)Ofrece una vista preciosa del susodicho Ponte Vecchio.
3)Lleva al mismo sitio: a Oltrarno.

El barrio del Oltrarno (“Al otro lado del Arno”) ofrece callejuelas estupendas para pasear y perderse, como a mí me gusta. Haciendo lo propio, me metí en contra del tráfico por las calles menos transitadas y dí vueltas quedándome con interesantes trattorias y tiendas de recuerdos. La razón es simple: todo lo que está al otro lado del río es más barato que lo que está en el centro. Unos amigos tienen allí un piso y pagan menos que cualquier otro Erasmus: 250€/mes.

Pedaleando sin parar, siguiendo las cuestas arriba y abajo que hay en esta zona de la ciudad, llegué al Palazzo Pitti. Enorme, impenetrable, me hizo recordar las clases de Historia del Arte en 2º de Bachillerato. Si guardé aquéllos apuntes, debo tener un boceto de dicho palacio resaltando el “almohadillado brunelleschiano” del exterior.




Dando media vuelta, me dediqué a meterme por las callejuelas más pequeñas que encontraba. Siguiendo un rastro de bares, en los que los italianos empezaban a dar cuenta de la tradición del “aperitivo” -ya rondaban las siete de la tarde-, llegué a la plaza de Santo Spirito, que me hizo recordar la primera semana (quizás fuera la segunda noche aquí) en Florencia.




Nuevamente cogí otro camino al azar y llegué a la vera del río (el “Lungarno”). Pasé junto a las tiendas de antigüedades y los restaurantes. Me detuve junto a uno de ellos, que tiene una espectacular terraza desde la que hay una vista inmejorable del Ponte Vecchio. Seguí adelante, crucé el famoso puente justo a la hora a la que cerraban los joyeros y torné a la derecha, por el Lungarno Diaz.




Haciendo caso a mi peculiar tendencia, me metí por una calle extraña en la que nunca había estado, en cuesta. Llegué a la Iglesia de San Stefano al Ponte, hoy Museo Diocesano. Recordé que llevaba tiempo buscando ese sitio, pues en septiembre terminó una exposición de dos de mis artistas favoritos, Rodin y Dalí, que me quedé sin ver.

Di media vuelta y pasé por calles empedradas, buscando con intuición el Piazzale degli Uffizzi, con la intención de saludar a la estatua de nuestro amigo Niccolò Machiavelli. A mi otro buen compañero, Michelangelo Buonarrotti, no le vi porque, como siempre, hay obras y era difícil pasar con la bici.





Recorrí en sentido inverso lo que sería el recorrido de la Galería de los Uffizzi hasta llegar a la Piazza della Signoria, pero no pasé por allí, ya que es un recorrido que he hecho muy a menudo. En lugar de ello, en cuanto vi el marmóreo culo del David de Miguel Ángel (no el original, que está en la Galleria della Academia), torcí a la derecha por Borgo dei Neri. Esa calle tiene una pequeña cuesta y está especialmente mal empedrada, con lo cual di de bruces en el pulido suelo fiorentino.



Tras enderezar la rueda de adelante, que se había torcido, indicarle el camino al Ponte alle Grazie a unos turistas japoneses (que pretendían que yo entendiera su mapa en japonés) y lavarme con el agua de una fuente de motivos mitológicos, continué calle abajo por entre las tiendas de trabajos en cuero hasta llegar a Piazza de Sta. Croce. Aparentemente austera, la grandiosidad de esta plaza es no restarle nada de protagonismo a la imponente fachada de la Iglesia de Santa Croce, lugar de reposo de Dante -como atestigua una espectacular estatua- y de donde conservo con cariño algunos de los mejores momentos vividos en Florencia. Cada noche ha sido el sitio donde han comenzado y terminado muchas historias. Quizás algún día publique un post sobre las historias de Santa Croce.





Finalmente, recorrí los 230 metros que separan las escaleras de Santa Croce hasta la puerta de mi casa. Con el frío que he pasado en esta ciudad, el hecho de llegar sudando y muerto de calor resultaba una novedad. Subiendo las escaleras hasta mi apartamento y con la mente puesta en una buena ducha, no podía pensar en otra cosa que no fuera lo siguiente: Florencia es preciosa; recorrerla de esta manera, espectacular.


[Esta foto pertenece a Slapey]

lunes, 17 de octubre de 2011

Recuerdo ahora el Primer Día en Florencia

Llegué a la ciudad que da sentido a esta web el 8 de septiembre de 2011. Estamos a más de 30 días de distancia. Pero si el tiempo se midiera por acontecimientos y no por días, probablemente parecería que llevo aquí mucho más.

Todo comenzó con cuatro sevillanitos llegando a la estación de Santa Maria Novella y caminando por las calles de una ciudad nueva con maletas. Mis compañeros Clara, Alfonso, Pedro y yo llevábamos todo el día de viaje, desde que cogimos el vuelo Sevilla-Pisa. Nuestra cara cuando, cansados, demacrados, cargados con maletas y buscando la que sería nuestra nueva casa, nos encontramos de repente con la plaza del Duomo, fue poética. Bocas abiertas y ojos casi en blanco al intentar abarcar con la mirada la preciosa fachada de blanca, verde y roja de la catedral junto a la gigantesca cúpula de Bruneleschi y el Campanile de Giotto.

Sabiendo que no debíamos detenernos, proseguimos el camino que yo había memorizado en Google Maps y que Clara había recorrido dos meses atrás: debía llegar hasta la cúpula del Duomo y tomar la primera a derecha (Via del Proconsolo) hasta Via Ghibellina, girar a izquierda y buscar el número 80.

Enfrente del número 80 estaban las dos agentes de la inmobiliaria con las que habíamos quedado. Una de ellas era Nicoletta Pinni, quien había enseñado a Clara el apartamento de Via Ghibellina meses antes.

Subimos al apartamento. Justo como vi en el vídeo que había grabado Clara. Un pasillo muy largo. Dos habitaciones a la derecha. Una a la izquireda. Dos baños a la izquierda. La cocina al fondo. El salón al final.

Entramos en un cuarto y, aunque estábamos cansados, debíamos ver el contrato. Lo repasamos punto por punto, hablamos ciertas cosas como la conservación del piso y la fianza -según nos comentaron, nuestros antecesores habían dejado diez bolsas de basura en la cocina.

Tras un exhaustivo análisis del contrato, pagamos la fianza y la primera mensualidad y se fueron. Ya era de noche, así que queríamos buscar un sitio para comer. Bajamos y cerca de casa encontramos un sitio donde hacían las pizzas in situ. Con las manos en la masa, echándole tomate, basilico y partiendo la mozzarela con las manos. Dos minutos en el horno de leña y a nuestras manos.

Para tener un buen recuerdo de nuestra primera noche en nuestra nueva ciudad, optamos por comérnoslas en el sitio que representa todo lo que es Florencia: la plaza del Duomo. Así, con tres pizzas y cuatro cervezas, comenzó esta historia.

Ya hace más de un mes de aquéllo y no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Todo me sirve como experiencia. Y nada que te haga más sabio debe ser motivo de arrepentimiento.

Ésto es Erasmus Firenze. Y ya está.

viernes, 23 de septiembre de 2011

El Primer Reto: El Alojamiento

Hay una canción de Extracto de Lúpulo llamada “No tendrás casa en tu puta vida”. Depende de cómo te lo montes, esto puede parecer más o menos cierto. Me explico:

Dependiendo del destino, el país y la ciudad, la cosa cambia. Hay sitios donde es muy común que la misma universidad te adjudique una plaza en una residencia de estudiantes (por ejemplo, Francia). Otros donde lo más normal es que busques alojamiento en un piso. Florencia, como la mayoría de destinos de Italia, es de este segundo tipo.

Hay dos maneras extremas de hacer las cosas: los hay que desde el verano antes de marchar están buscando sitio para vivir por internet o viajando con anterioridad (hasta donde sé, en Italia las universidades no suelen ayudar demasiado) y los que llegan al destino a la aventura y pasan varios días en un hostal hasta que encuentran sitio.

Yo fui de los primeros: en julio pasé horas a diario buscando en páginas de inmobiliarias (que se llevan un pellizco), de alquileres... os recomiendo, si venís a Italia, que introduzcáis las palabras “affito appartamento” y el nombre de la ciudad en google.it. Así salen más resultados que “alquiler piso”. Hay también páginas que ayudan, como EasyStanza. Podéis poner vuestros anuncios con vuestras preferencias (en el idioma de destino mejor) y os llegarán correos constantemente con ofertas.

Importante: tened cuidado con las estafas. Si alguien os ofrece algo genial, os lo pone todo muy fácil y os sugiere que metáis una señal en una cuenta bancaria sin haber visto el piso... pasad. A mí me ha ocurrido varias veces. Sospechad también de quien os envíe docenas de correos ansiosos. Van a lo que van. No soltéis un céntimo hasta que hayáis visto el piso en persona. Por eso considero que lo más seguro es ir a verlo, aunque sea un dinero ir antes de irse de Erasmus.

La otra variante es jugársela y buscar piso in situ. Si escogéis esta opción, hacedlo con bastante antelación y con dinero en la cartera. Os dejaréis bastante en hostales (aunque algunas universidades, como la de Génova, te paga algunas noches en un hostal).

Para este segundo caso he visto de todo: desde los que al día siguiente de llegar a la ciudad les cae el piso del cielo (como a mi colega Luis, autor de loboenflorencia.blogspot.com) y los que han dedicado semanas infructuosas. Y os aseguro que no se pasa bien. Es duro ver a compañeros que cada día vienen sin piso, sabiendo el dinero que les está costando, lo malo que es recorrerse todos los pisos e inmobiliarias sin encontrar nada... He visto incluso pedir alojamiento a otros estudiantes por no poder pagar más.

En otro orden de cosas, cuando tengáis algo apalabrado, sed muy serios, que no os tomen el pelo. Mirad el contrato (en Italia el contrato de alquiler a estudiantes viene por ley, es para casi todos el mismo), que no se inventen pagos inútiles (tipo “tasa de basuras”) y que no inflen el precio de la comunidad, el agua, el gas...

Para terminar: es muy necesario ser REALISTA. Es necesario mucho trabajo para que todo salga bien pronto. Cada día conozco a compañeros que se vienen a finales de septiembre sin piso, sin conocer el idioma, sin conocer a nadie y exigiendo un piso con habitación propia, amueblada, con lacayo, en el centro y por 300€. Eso no existe.

De cualquier forma, paciencia. No hay que obsesionarse pues se corre el riesgo de desear volver a casa. Parece una tontería, pero ir a las fiestas, botellones, etc con otros Erasmus ayudan mucho, pues todos hemos tenido que pasar por lo mismo. De hecho, las primeras semanas todas las conversaciones siguen el mismo esquema:

"¡Hola! ¿Cómo te llamas? ¿De dónde eres? ¿Qué estudias? ¿Cuánto tiempo llevas aquí? ¿Tienes piso? ¿Por qué zona? ¿Por cuánto?"

Pasará un tiempo hasta que las conversaciones sean "Pues mi coordinador académico es un HDP y no me casan las asignaturas".

Anyway, siempre encontraréis un agujero. Garantizado.



martes, 20 de septiembre de 2011

La lluvia en Florencia

Esta semana ha llovido mucho en Florencia. La lluvia en Florencia es como la lluvia de cualquier otro lugar. Pero no.

La lluvia en Florencia viene cargada con el agua de la Toscana, la misma que se usa para engordar uvas que darán vinos carísimos.

La lluvia en Florencia lava las viejas calles empedradas, borrando las huellas de tantos viajeros que se dejaron caer por aquí. Sus gotas se mezclan con el ir y venir de turistas, con tiendas de cuero, con artistas buscando inspiración o unos céntimos...

El agua resbala por la cúpula del Duomo, por el tejado del Campanile, la fachada del Palazzo della Signoria. Forma infinitos círculos en la superficie del Arno, visibles desde el Ponte Vechio. En Santa Maria Novella se forman toboganes de agua sobre los roleos que enmarcan el rosetón.

La lluvia en Florencia le da otro color a la ciudad. Otro prisma desde el que mirar. Cada gota que cae es distinta a la anterior. Y sin embargo, la ciudad es siempre la misma.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Despedidas

La Erasmus es una oportunidad única para cualquiera que la emprenda, llena de buenas experiencias... pero también otras menos agradables.

A menudo la Erasmus comienza con lágrimas. Sales de casa camino del aeropuerto y has de despedirte de tu madre, de tu padre, hermano, amigos (recuerda los que dejaron todo para decirte “hasta pronto” en el aeropuerto: son los que más valen la pena), pareja...

Son momentos complicados, catárticos: la tristeza por separaros se amortigua por saber que es algo bueno para ti, para tu futuro, para tus experiencias vitales, para ver mundo... y ese conflicto interno libera los afectos, en demasiadas ocasiones, en forma de lágrimas.

Con la voz entrecortada, un “nos vemos pronto”, “pásalo bien”, “cuídate” o “te quiero” es lo último que recibes, junto con un abrazo, un beso, una mirada que dice “sé que te irá bien” y una sonrisa que dice “sé que lo harás bien”.

La Erasmus supone que ver a ciertas personas deje de ser algo cotidiano para ser un fenómeno excepcional y valioso. Quien quiera vivirla, debe saber que los comienzos no son fáciles. Empezando por ésto.

Cuando das a alguien, y ese alguien te da mucho, cuando dos personas están unidas, la separación puede doler como si te arrancaran un pedazo. Pero hay que recordar algo fundamental:

Nunca es un “adiós”. Es un “hasta luego”.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Conoce Florencia

Os dejo aquí algunos vídeos que describen Florencia de una forma amena y didáctica.

Para que me envidiéis un poquito.

Llegaré en justo una semana.







miércoles, 31 de agosto de 2011

Benvenuti

¿Saben cuando uno encuentra en su vida algunas características que le asemeja a alguien a quien admira? No hablo de cuando los chavales se rompían los vaqueros para parecerse a Kurt Cobain, sino algo mucho más profundo: de que la vida de unos y otros, obviando kilómetros y centurias, puede asemejar las experiencias vitales de seres humanos que no tendrían ninguna posibilidad de conocerse.


En mi caso, quisiera fantasear con que, entre otros, mi vida podría tener notas en común con las de cierto personaje: no hablo de otro que de Nicolás Maquiavelo, Niccolò Machiavelli en fiorentino.

Filósofo, escritor, embajador, orador, pensador, estudioso de la realidad... y otras cosas.

Sin ánimo de perder la humildad, ¿en qué diría que coinciden nuestras vidas? En cuatro puntos fundamentales:

1) Estudio de la política: se considera a Maquiavelo fundador de la Ciencia Política moderna, al teorizar desde la observación de personajes reales y su experiencia personal al servicio de la Signoria.

2) Afición a pasarlo bien: los biógrafos de Maquiavelo señalan que mientras que en la esfera pública era un respetado orador y se movía con soltura entre ámbitos elevados, en sus ratos libres no tenía problemas en reunir a sus amigos para irse de juerga y disfrutar de los placeres mundanos. Sus compadres le llamaban "il Macchia".

3) Florencia: la ciudad en la que nació y murió, para la que trabajó, de la que fue su primer historiador. Es éste el punto más importante. Pues este blog no tiene otro objetivo que el de relatar mi experiencia como estudiante Erasmus de Ciencias Políticas en Florencia.

Florencia, una ciudad milenaria, cuna de genios como Miguel Ángel, Leonardo, Dante, Vasari, Boticelli, Brunelleschi y el mismo Maquiavelo va a ser donde desarrolle mi año de vivir fuera de casa, de viajar, de aprender, de hacer cosas por primera vez... Acompañado de tres amigos con los que voy a vivir y con ganas de empezar esta aventura, solo puedo desear un poco de suerte, pues la ilusión ya la tengo.

A 1 de septiembre inauguro el blog. Me quedan 8 días para coger el avión que me llevará a la ciudad del Arno. Queda poco para el comienzo. La idea es plasmar aquí parte de la experiencia que adquiera allí. Si dejo el blog a la mitad, pues no.

Sed felices. Yo en su caso, lo haría.

PS: Información sobre el que da nombre al blog.
http://www.publico.es/culturas/6328/maquiavelo-el-hombre-que-creo-los-estados-modernos