"Ninguna fuerza doma, ningún tiempo consume, ningún mérito iguala, el nombre de la libertad."

domingo, 29 de abril de 2012

Itagnolo



El italiano y el español se parecen. No me refiero a los sujetos de estas nacionalidades -que también, en ciertos aspectos-, sino a los idiomas. En este sentido, los que, como yo, llegamos a este país sin saber hilar más de dos frases, podemos aprender rápido a manejarlo con poco esfuerzo.

Esto, como la Fuerza, tiene su reverso tenebroso: muchos Erasmus españoles vuelven a casa sin saber si quiera pedir dos piezas de pan. Incomprensiblemente, hay profesores que les aprueban y todo.

Sin embargo, aunque no se aprenda el idioma, hay una jerga formada de palabros que se acaban instalando en el vocabulario básico del erasmus, ya sea manteniendo su forma original italiana o adaptándola según las necesidades. Os dejo aquí una pequeña recopilación de algunos de estos barbarismos que más he oído. Ellos forman, con algunos, otros, el Itagnolo.

-Prenotarse: sino el que más, uno de los vocablos itagnolos más extendidos. “Prenotare” en italiano significa reservar (una mesa en un restaurante, una habitación de hotel) y se usa también para solicitar al autobús que pare y para inscribirse en un examen. El sentido itagnolo se debe a esta última acepción.

En Italia los exámenes tienen varias convocatorias y tú eliges cuándo te presentas. La diferencia con España es que tienes que inscribirte, reservar sitio en la lista de alu,nos que van a examinarse. En otras palabras, hay que hacer la “prenotazione”. De ahí que en época de exámenes sea común oir conversaciones tipo:

-Tengo un examen el martes.
-¿Y ya te has “prenotado”?
-No, tengo de plazo hasta el viernes para hacer la “prenotación”.


Por tanto, si tuviéramos que dar una definición, sería “inscribirse en un examen para poder presentarse”.


-Palacio: esto es más un error conceptual que un barbarismo, pero denota el nivel de italiano con el que la mayoría llegamos a este país.

Una de las primeras cosas que hay que hacer, si recordáis, es buscar apartamento. Pues bien, muchos nos flipamos al ver que el apartamento que nos gusta está en un “palazzo”.¡Como mola! Mira mamá, vivo como un Médici! Esto cambia un poco cuando te enteras que en Italia a muchos edificios, bloques de pisos, más bien... reciben el nombre de “palazzo”.

Aunque está genial decir “vivo en un palacio” el significado real es “vivo en un bloque de pisos”.

Pues como todos, no te jode el niñato éste... un pico y una pala te daba yo.


-Spessa: literalmente “gasto” (del verbo “spendere”, “gastar”). Muchos lo usan con dos significados principales:

A) “Hacer la spessa”: es un calco de “fare la spessa”, que no es otra cosa que “hacer la compra”.

B) En un contexo de hablar del precio de los pisos se suele decir, por ejemplo, “325€ al mes más la spessa”. La spessa, los gastos, se refieren a agua, luz, gas, etc. Esto se relaciona con otras expresiones itagnolas como “la cauzione” (la fianza que se deja al principio del alquiler y se deja al final), “el condominio” (los gastos de comunidad de vecinos) y “pagar el affitto” (pagar el alquiler).


-Binario: el binario es la vía del tren, también el andén. Cuando hacemos viajes es típico oir “corred, el tren sale del binario 3”. No he oído la palabra “andén” en meses. Bueno sí, viendo la primera de Harry Potter. Pero eso no tiene nada que ver con la Erasmus. Aunque hacer la Erasmus en Hogwarts es un tema... en fin, no me cambiéis de tema que me pierdo.


-Dispensa: en Italia para cada examen hay que estudiar una media de tres manuales. Como es un trabajo bien gordo (e ineficiente), algunos profesores prefieren dar a sus alumnos fotocopias de losc apítulos más importantes de los libros. Así no se estudian lamorralla, que es mucha. Y neuronas no nos sobran. Este compendio-resumen es la dispensa.

-Posta: Correos. Ya nadie dice “ir a Correos”, sino “ir a la Posta”.

-Scontrino: Factura.

-Hohahola: en toscana no pronuncian la “C” como “K” en muchas palabras, sino que aspiran como una “H”. Así que a menudo para pedir el famoso refresco marrón hacemos lo mismo.


*Mención de Honor para el vocabulario Rosemary*

Para el que no lo sepa, Rosemary es mi casera. Una newyorker afincada en Firenze que habla italiano con acento aericano, vive en una casa con cojines de gatos y un píster gigante de Obama. Pues bien, su formatan característica de hablar y lo intensa que puede legar a ser ha hecho que entre sus “administrados”, osea mi familia fiorentina y yo, hayamos adoptado ciertas palabras. Aquí dejo algunos ejemplos:

-Caldaia: No me habéis de la caldaia, por favor, que me enciendo. Por razones que ningún técnico ha encontrado, la nuestra se apaga sin sentido dejándonos helados en plena ducha, sin agua caliente ni calefacción en la casa. Sí la “caldaia” es el termo.

-Idraulico: corolario de lo anterior, debido a que la caldaia nunca funciona, ya estamos acostumbrados a la presencia del técnico del gas (que habla toscano cerrado, pronuncia “jaldaia”... es raro) y del fontanero. Solo que nadie lo llama fontanero. Es el “idraulico”. De siempre.

-Me ha llamado Rosemary, dice que viene mañana con el idraulico a las 9AM a revisar la caldaia.
-Joder, siempre se presenta aquí al día siguiente de una fiesta gorda y me fastidia la resaca.

Conversaciones recurrentes en Ghibellina 80.


En fin, espero que este registro de palabros os resulte útil a los que os vayáis incorporando.
Sed felices y mangiate frutta.

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